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Quiropodología

Hoy en día la población va tomando consciencia de la importancia del cuidado del pie, y aunque a la podología le queda mucho camino por recorrer, va con paso firme hacía un futuro más que esperanzador, donde los pacientes cada vez acuden más a nuestras consultas podológicas para prevenir, más que para curar.

El podólogo es el profesional sanitario especializado en las afecciones y alteraciones derivadas de las extremidades inferiores. Podemos atender a los pacientes directamente en nuestras consultas podológicas sin la necesidad de que los pacientes vengan derivados de otros especialistas. Además, dentro de las competencias profesionales de los podólogos está la prescripción de fármacos, así como poder realizar tratamientos conservadores hasta intervenciones quirúrgicas ambulatorias.

QUIROPODIA

Quiropodia: es el tratamiento podológico que consiste en el fresado y corte las uñas y el tratamiento de las callosidades que presenten los pies del paciente. Los helomas, llamados clavos de manera coloquial, son un tipo de callosidad que tiene la peculiaridad de tener un ápex endurecido de queratina que crece hacia dentro de la epidermis y alcanzado la dermis, donde se encuentran multitud de terminaciones nerviosas y capilares, lo que puede hacer de ésta lesión dérmica una patología muy dolorosa.

PIE DIABÉTICO


Tratamiento del Pie Diabético: además de llevar a cabo una quiropodia, se realiza un control básico del paciente diabético (comprobación de pulsos, puntos de control de sensibilidad superficial, etc), así como dar las recomendaciones requeridas según el estado de salud podal del paciente.

El paciente diabético debe tener un cuidado especial de sus extremidades inferiores, y concretamente de los pies. Además de la higiene diaria, la frecuencia en las visitas a su podólogo variará según el historial médico del paciente, pero en cualquier caso no menos de 2 veces al año. Un paciente que tenga historial de úlceras y/o amputación debería acudir a su podólogo al menos una vez al mes para una revisión rutinaria.


PAPILOMAS O VERRUGA PLANTAR

Tratamientos de Papilomas (verrugas plantares): las verrugas plantares tienen como factor etiológico la infección vírica por el virus del papiloma humano (VPH) en una cepa NO cancerígena. Suelen tener un periodo de incubación de 6-9 meses, por lo que en el momento que el paciente se percata de la existencia de la lesión cutánea, ésta está ya más que instaurada.

El método de tratamiento que habitualmente empleamos en PODODEPORTE es mediante formulaciones magistrales, DE USO CLÍNICO, que cauterizan la lesión en un número indeterminado de aplicaciones. Cuando este tratamiento no está indicado (como es el caso de mujeres gestantes, o verrugas plantares en mosaico) se emplean tratamientos menos agresivos, como por ejemplo inmunomodulares.

UÑA ENCARNADA

Tratamiento conservador de uña encarnada: la «especialidad» de la casa. La onicocriptosis, o uña encarnada, es una patología muy común, y que afecta en mayor medida al hallux (1º dedo); y que en ocasiones deriva en ciertas complicaciones como infecciones, granulomas (tumoración benigna), y sobre todo mucho dolor. Generalmente, la solución de la sintomatología es la espiculotomía conservadora, llegando a la intervención quirúrgica en casos muy específicos y para los cuales están indicadas las distintas técnicas quirúrgicas. No obstante, desde hace unos años se está poniendo en práctica una técnica alternativa a la cirugía ungueal, con menos eficacia que ésta pero TOTALMENTE INDOLORA. Esta técnica emplea ORTONIXIAS. ¡Llámanos y te informaremos!

SILICONAS O SEPARADORES

Tratamiento son siliconas: las ortesis de silicona son empleadas en distintas patologías como helomas interdigitales (ojos de gallo), helomas dorsales que se producen en los dedos en garra, separadores para el HAV (hallux abductus valgus), e incluso siliconas para pies trautáticos o amputados, o con secuelas por poliomielitis.

RECONSTRUCCIÓN UNGUEAL


Esta técnica se emplea más frecuentemente en casos de onicomicosis severas, y en casos de afectación ungueal en pacientes oncológicos.

El ejemplo de la fotografía es de una misma consulta, en la que se sanea la parte de la lámina ungueal que está afectada, y posteriormente se realiza la reconstrucción ungueal. El paciente se marcha de la consulta contento sabiendo que a partir de entonces la evolución será más rápida y mejor, y obviamente también por el aspecto de la misma.